Para
vivir no quiero
Islas,
palacios, torres.
¡Qué
alegría más alta:
vivir en
los pronombres!
Quítate
ya los trajes,
Las
señas, los retratos;
Yo no te
quiero así,
Disfrazada
de otra,
hija
siempre de algo.
Te
quiero pura, libre,
Irreductible:
tú.
Sé que
cuando te llame
Entre
todas las gentes
del
mundo,
sólo tú
serás tú.
Y cuando
me preguntes
Quién es
el que te llama,
El que
te quiere suya,
Enterraré
los nombres,
Los
rótulos, la historia.
Iré
rompiendo todo
Lo que
encima me echaron
Desde
antes de nacer.
Y vuelto
ya al anónimo
Eterno
del desnudo,
De la
piedra, del mundo,
Te diré:
“Yo te
quiero, soy yo”.
PARA VIVIR NO QUIERO
RESUMEN
El poeta
contrapone los nombres, a los que considera como símbolos de una existencia no verdadera,
a los pronombres, símbolos de la esencia, por eso le pide a su amada que se
despoje de todo lo que no es esencial y se quede con el desnudo, con la
esencia, él hará lo mismo. Este proceso se llevará a cabo gracias al amor.
TEMA
El amor como fuerza
capaz de hacer que los amantes lleguen a su propia esencia.
ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
Podemos
dividir el poema en dos partes: la primera iría desde los versos 1 al 11, en
ella el poeta nos habla del presente en el que todavía no se ha llegado a la
esencia de la persona. En la segunda parte, que llegaría hasta el final, el
poeta nos habla de lo que sucederá en un futuro, cuando los amantes consigan
llegar a la esencia.
COMENTARIO
El poema está
escrito en versos heptasílabos, salvo el decimocuarto y el vigésimo segundo que
son de tres y cuatro sílabas respectivamente; no hay una rima determinada, sino
sólo una ocasional asonancia (entre los versos 2 y 4 y entre el 6 y el 9). Se
observa asimismo la tendencia al verso corto propia de Salinas.
Comienza el poeta con una negación un tanto
sorprendente: no quiere vivir en una isla ni en un palacio ni en ninguna torre,
es decir, no quiere llevar una vida de lujo, contrariamente a lo que podríamos
desear muchos otros. Nuestro desconcierto se acentúa con la afirmación que hace
a continuación en la que nos muestra su
deseo de vivir en los pronombres, ¿cómo es posible esto? Notemos además que el
adjetivo que ha colocado a alegría no es frecuente que se asocie a dicho término;
sin embargo, sabemos que es uno de los adjetivos más usados por Salinas para
expresar la elevación o perfeccionamiento personal. El significado de estos
versos quedará aclarado más tarde cuando hable de enterrar los nombres.
Continúa el
autor dirigiéndose a la amada a quien le dice que se desnude, que se quite los
trajes, las señas, los retratos, cualquier elemento que pueda confundirla, que
haga que no sea ella misma (“no te quiero así/ disfrazada de otra/ hija siempre
de algo). Frente a ello la quiere pura, libre, irreductible, con la sencillez,
con la desnudez del pronombre “tú”.
El poeta será capaz de identificar a su amada
entre todas las gentes del mundo, como sucederá al final de los tiempos cuando
Dios nos llame a cada uno personalmente. Quiere decir con ello Salinas que la
fuerza del amor será tal que le permitirá identificar a la amada entre todas
las personas del mundo, o sea, que se acercará al absoluto Vuelve a insistir en
la importancia de los pronombres mediante el juego “sólo tú serás tú”.
(“enterraré los nombres, la
historia …lo que me echaron desde antes de nacer”), es decir, todo lo que lo ha
marcado hasta ese momento y entonces se sentirá puro y se encontrará con su
propia esencia simbolizada nuevamente en el pronombre “yo”.
Las
contraposiciones son frecuentes en el poema: lo que no quiere para vivir y lo
que sí quiere, lo que no quiere de la amada y lo que sí, los nombres y los
pronombres, etc.
El ritmo del
poema se consigue mediante el uso frecuente de paralelismos: disfrazada de
otra/ hija de algo; cuando te llame/ cuando me preguntes; el que te llama/ el
que te quiere suya.
Otras figuras
retóricas usadas por Salinas son la enumeración asindética (islas, palacios,
torres; los trajes, las señas, los retratos; los nombres, los rótulos, la
historia), la epífora (irreductible tú/ …sólo tú serás tú), la epanadiplosis
(yo te quiero, soy yo), además en los dos últimos ejemplos el poeta juega con
las palabras. Esto nos sirve para afirmar que el poema, aunque en apariencia
sencillo, no lo es tanto.
En resumen,
estamos ante un poema muy característico de Salinas, por su temática amorosa,
por el concepto que transmite del amor como fuerza que enriquece al amante y a
la amada, que consigue perfeccionarlos, por el uso de los pronombres yo y tú
con los que juega creando una confusión aparente en el lector.
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