CAMPOS DE SORIA ( PARTE VII).
¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros
encinares,
ariscos pedregales, calvas
sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y
guerrera,
hoy siento por vosotros, en el
fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de
Soria
donde parece que las rocas
sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas
roquedas!...
RESUMEN:
Es
una descripción de los campos de Soria, pero el autor no se limita sólo a
describirlos, sino que nos explica cuáles son sus sentimientos ante ellos.
Parece como si el autor tuviera que irse de esos campos tan queridos para él y
estuviera despidiéndose de ellos.
ESTRUCTURA:
El
poema tiene una estructura cerrada, termina como empezó, lo que produce una
impresión de dolor, como si al poeta le costara alejarse de esos campos.
Podemos
apreciar dos partes en el poema: una primera descriptiva y una segunda en la
que aparece el yo lírico , a partir del verso nueve, en la que aparecen los
sentimientos del autor.
COMENTARIO.
La
estrofa utilizada es una de las preferidas por Machado, la silva-romance o silva
asonantada (heptasílabos y endecasílabos combinados libremente y con rima
asonante “ea” en los versos pares).
Nada
más leer el poema observamos el tono exclamativo que domina todo el texto y que
indica la intensa emoción con que el autor mira el paisaje. Igualmente
observamos la abundancia de nombres y adjetivos y la escasez de verbos- sólo
aparecen traza, siento, sueñan y vais-; incluso algunos de ellos son verbos de
estado, de los que no expresan acción; estamos ante el estilo nominal tan
característico de A. Machado. El predominio de nombres y adjetivos indica que
nos hallamos ante una descripción de rasgos esenciales del paisaje.
Los primeros
versos son una enumeración de aspectos del paisaje soriano. Machado parece
observarlo con objetividad, como si mirara a su alrededor y nos describiera lo
que ve con una mirada descendente (colinas, alcores, roquedas) y con una
adjetivación cada vez más apagada (plateadas, grises, cárdenas). A continuación Machado recurre a
una metáfora que utiliza en algún otro poema suyo y que añade connotaciones
guerreras (por donde traza el Duero/ su curva de ballesta) y que está
anticipando la adjetivación que dedicará después a Soria. El encabalgamiento
utilizado por el poeta contribuye a producir el efecto de la curva.
Continúa la
enumeración. Los sustantivos (pedregales, sierras) y especialmente los
adjetivos insisten en la dureza del paisaje, en la falta de fertilidad de esos
terrenos. Las únicas notas alegres están en los caminos blancos y en los álamos
del río. Parece que el autor ha seleccionado a propósito los aspectos más duros
de ese paisaje.
La enumeración
termina con “tardes de Soria, mística y guerrera”. Los dos adjetivos nos hacen
pensar en el pasado histórico de Castilla, tierra de místicos y de guerreros.
Pero esos adjetivos también están en la misma línea de dureza del paisaje que
nos ha descrito.
A partir de
aquí aparecen los sentimientos del poeta. Sentimientos de tristeza por el
atraso, por la pobreza de las tierras castellanas, pero tristeza causada por su
amor hacia ellas. Aquí encontramos el
Machado más noventayochista, el que se identifica con el paisaje castellano.
A medida que
avanzamos la emoción va creciendo, hecho que podemos apreciar en el uso de
exclamaciones que ahora son más frecuentes y en la utilización de palabras que
pertenecen al campo semántico de los sentimientos (fondo del corazón, amor,
tristeza). La anadiplosis sirve para destacar el sentimiento de tristeza tan
profundo que experimenta el autor ante ese paisaje. Éste parece humanizarse,
parece soñar. Machado, de carácter soñador, proyecta a menudo en la naturaleza esta tendencia
suya.
Machado va a
marcharse de Castilla con los campos de Soria dentro de su alma.
La repetición al final de los
versos iniciales es como un volver la vista atrás hacia ese paisaje tan
querido, como no deseando separarse de él o como queriendo llevárselo bien
grabado en su alma.
En
resumen, parece difícil separar lo objetivo de
lo subjetivo, puesto que Machado ha llevado a cabo un selección de los
elementos y ha escogido aquéllos que están más en consonancia con su alma y con la visión dura y guerrera que
tiene de Castilla.
tus muertos
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