lunes, 7 de enero de 2019

Comentario de "Para vivir no quiero...", de Pedro Salinas


Para vivir no quiero
Islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
Las señas, los retratos;
Yo no te quiero así,
Disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
Irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
Entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
Quién es el que te llama,
El que te quiere suya,
Enterraré los nombres,
Los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
Lo que encima me echaron
Desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
Eterno del desnudo,
De la piedra, del mundo,
Te diré:
“Yo te quiero, soy yo”.
   PARA VIVIR NO QUIERO

RESUMEN

El poeta contrapone los nombres, a los que considera como símbolos de una existencia no verdadera, a los pronombres, símbolos de la esencia, por eso le pide a su amada que se despoje de todo lo que no es esencial y se quede con el desnudo, con la esencia, él hará lo mismo. Este proceso se llevará a cabo gracias al amor.

 TEMA

El amor como fuerza capaz de hacer que los amantes lleguen a su propia esencia.


ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS

Podemos dividir el poema en dos partes: la primera iría desde los versos 1 al 11, en ella el poeta nos habla del presente en el que todavía no se ha llegado a la esencia de la persona. En la segunda parte, que llegaría hasta el final, el poeta nos habla de lo que sucederá en un futuro, cuando los amantes consigan llegar a la esencia.

COMENTARIO

El poema está escrito en versos heptasílabos, salvo el decimocuarto y el vigésimo segundo que son de tres y cuatro sílabas respectivamente; no hay una rima determinada, sino sólo una ocasional asonancia (entre los versos 2 y 4 y entre el 6 y el 9). Se observa asimismo la tendencia al verso corto propia de Salinas.
 Comienza el poeta con una negación un tanto sorprendente: no quiere vivir en una isla ni en un palacio ni en ninguna torre, es decir, no quiere llevar una vida de lujo, contrariamente a lo que podríamos desear muchos otros. Nuestro desconcierto se acentúa con la afirmación que hace a continuación  en la que nos muestra su deseo de vivir en los pronombres, ¿cómo es posible esto? Notemos además que el adjetivo que ha colocado a alegría no es frecuente que se asocie a dicho término; sin embargo, sabemos que es uno de los adjetivos más usados por Salinas para expresar la elevación o perfeccionamiento personal. El significado de estos versos quedará aclarado más tarde cuando hable de enterrar los nombres.
Continúa el autor dirigiéndose a la amada a quien le dice que se desnude, que se quite los trajes, las señas, los retratos, cualquier elemento que pueda confundirla, que haga que no sea ella misma (“no te quiero así/ disfrazada de otra/ hija siempre de algo). Frente a ello la quiere pura, libre, irreductible, con la sencillez, con la desnudez del pronombre “tú”.
 El poeta será capaz de identificar a su amada entre todas las gentes del mundo, como sucederá al final de los tiempos cuando Dios nos llame a cada uno personalmente. Quiere decir con ello Salinas que la fuerza del amor será tal que le permitirá identificar a la amada entre todas las personas del mundo, o sea, que se acercará al absoluto Vuelve a insistir en la importancia de los pronombres mediante el juego “sólo tú serás tú”.
 Cuando la amada haya sido capaz de llegar a ese estado amoroso de perfección, el autor estará preparado para alcanzarla, para dejar todo lo que lo convierte en otro
(“enterraré los nombres, la historia …lo que me echaron desde antes de nacer”), es decir, todo lo que lo ha marcado hasta ese momento y entonces se sentirá puro y se encontrará con su propia esencia simbolizada nuevamente en el pronombre “yo”.
Las contraposiciones son frecuentes en el poema: lo que no quiere para vivir y lo que sí quiere, lo que no quiere de la amada y lo que sí, los nombres y los pronombres, etc.
El ritmo del poema se consigue mediante el uso frecuente de paralelismos: disfrazada de otra/ hija de algo; cuando te llame/ cuando me preguntes; el que te llama/ el que te quiere suya.
Otras figuras retóricas usadas por Salinas son la enumeración asindética (islas, palacios, torres; los trajes, las señas, los retratos; los nombres, los rótulos, la historia), la epífora (irreductible tú/ …sólo tú serás tú), la epanadiplosis (yo te quiero, soy yo), además en los dos últimos ejemplos el poeta juega con las palabras. Esto nos sirve para afirmar que el poema, aunque en apariencia sencillo, no lo es tanto.
En resumen, estamos ante un poema muy característico de Salinas, por su temática amorosa, por el concepto que transmite del amor como fuerza que enriquece al amante y a la amada, que consigue perfeccionarlos, por el uso de los pronombres yo y tú con los que juega creando una confusión aparente en el lector.  



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