miércoles, 13 de marzo de 2019

Comentario de "Venus", de Rubén Darío



En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,
como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.

A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,
que esperaba a su amante bajo el techo de su camerín,
o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría, 
triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.

"¡Oh, reina rubia! -díjele-´,mi alma quiere dejar su crisálida
y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;
y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,

y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar".
El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.
Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.

                 VENUS, RUBÉN DARÍO

RESUMEN
           
            El poeta se siente nostálgico y buscando tranquilidad se marcha al jardín. Allí, al mirar al cielo, se encuentra con Venus a quien va a identificar con un jazmín incrustado en ébano y  con una reina oriental que espera a su amante. El alma  enamorada del poeta desearía encontrarse con ella y fundirse en éxtasis amoroso, pero este deseo parece que no va a cumplirse.

TEMA

            El amor imposible.

ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
           
En  los serventesios el autor nos sitúa temporal  y espacialmente (en la noche y en el jardín) y nos presenta a su amada transformada en jazmín y en una diosa oriental. 
            En la estrofa siguiente  y en el primer verso del último terceto  el poeta habla con su amada  de los anhelos amorosos que despierta en su alma de enamorado. El clima de belleza, de idealismo se rompe en los dos últimos versos en los que ese amor no parece que vaya a ser correspondido por Venus.


COMENTARIO

            Ya desde el título observamos el carácter modernista del poema al hacer referencia a la mitología clásica; según ésta, Venus es la diosa del amor y de la belleza,  y ambos temas están presentes en el texto. El uso de la mitología es una influencia parnasiana.
            Se trata de un soneto, pero innovador, como corresponde también al Modernismo, en vez de utilizar versos endecasílabos, usa heptadecasílabos; en vez de cuartetos, serventesios; incluso en alguno de los versos hay que contar una sílaba menos en el final del hemistiquio por ser esdrújula (ébano, díjele). Recordemos que los poetas modernistas preferían los versos largos y dividían éstos en hemistiquios.
            La musicalidad, herencia simbolista, podemos percibirla en el uso de rimas agudas y esdrújulas (jardín , jazmín, camarín, palanquín, crisálida, pálida, cálida, amar, mirar) o en el empleo de la anáfora existente en los tres primeros versos y en los versos  décimo , undécimo y duodécimo.
            En el primer serventesio el poeta nos describe un lugar ideal: un jardín en silencio, tranquilo y fresco; una noche serena; una diosa, Venus, transformada en jazmín. Estamos ante una literatura de los sentidos: el jazmín evoca el perfume, pero además  está ennoblecido con la comparación “como incrustado en ébano” y por los adjetivos “dorado y divino”. La única nota disonante es el alma del poeta que siente amargas nostalgias. En esta primera estrofa es notable la influencia romántica: la noche, la nostalgia, sólo la luna ha sido cambiada por Venus.
            En los cuatro versos siguientes aparece el exotismo, Venus se transforma en una reina oriental, que es transportada en su palanquín; y el erotismo: espera a su amante. Todo es producto de su imaginación, de su alma enamorada que busca en la realidad símbolos de otra realidad oculta por influencia del simbolismo.
            En el primer terceto y en el primer verso del siguiente el poeta nos describe a su amada “rubia, con labios de fuego –de nuevo el erotismo- y con frente pálida. Su alma se identifica con una mariposa que desearía dejar la crisálida para poder besar los labios de  su amada y para fundirse en siderales éxtasis con ella. Hay que destacar la innovación de la imagen, el éxtasis sería sideral puesto que el poeta está enamorado de una estrella.
            En los dos últimos versos  la realidad (el aire fresco de la noche) viene a sacar al poeta de su ensimismamiento: Venus lo mira desde el abismo con ojos tristes, sabiendo que ese amor es imposible de consumar.
            En resumen, el poema responde plenamente al Modernismo, tanto por la métrica como por la abundante adjetivación- casi todos los adjetivos son explicativos- por el exotismo, por la mitología, por la musicalidad o por la abundancia de figuras retóricas (comparaciones: “como incrustado en ébano…”, “una reina oriental parecía”; metáforas: “mi alma quiere dejar su crisálida”, “tus labios de fuego besar”, “en siderales éxtasis”; personificaciones: “callado jardín”, “Venus recorre triunfante el cielo” , “Venus me miraba con triste mirar”; anáforas en los versos 1º, 2º y 3º y en 10º, 11º y 12º). Se corresponde con la etapa de Modernismo más exterior, más brillante de Rubén.



21 comentarios:

  1. esta muy bueno todo lo que se planteo :)

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  2. Piola. Servirá para mi trabajo. LMAO

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  3. gracias asi puedo acabar el trabajo con buena nota

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  4. Por gente como Lisafe da gusto hacer poesias

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  5. No he podido saber cuales son los comentarios críticos a cerca del poema. Pueden ayudarme?????

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  6. Personajes y sus funciones cuales serían?

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  7. Me encanta la poesía y la literatura muchas gracias.

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